El reciclaje debería ser un proceso habitual, algo ya incorporado
a nuestra vida.
Reciclar es un modo de no romper un ciclo, para que pueda continuar su cadena natural,
y de contribuir con el medio ambiente.
Con esta simple práctica se disminuye la cantidad de materiales todavía útiles que
llegan a los rellenos sanitarios y con esta medida tratar de no contribuir a problemáticas ambientales tales,
como el cambio climático.
Aprovechar el Día Mundial del Reciclaje de hoy para poner nuestro
pequeño granito de arena en cuidar el planeta,
mas que una celebración, debería ser casi una responsabilidad que
no nos cuesta nada asumir.
Ojo: Si la naturaleza se encargara de hacer desaparecer los residuos, el tiempo que tardaría en degradar el papel es de 2 a 4 semanas, las latas de aluminio entre 200 a 500 años,
para las botellas plásticas entre 500 y 1,000 años, y para el vidrio el periodo es indefinido.